Té de Manzanilla

Té de Manzanilla

miércoles, 10 de abril de 2013

Preparación

La forma de aplicación más común de la manzanilla es una infusión.

Una infusión es una bebida obtenida de las hojas secas, partes de las flores o de los frutos de diversas hierbas aromáticas, a las cuales se les vierte o se los introduce en agua a punto de hervir y dejándola reposar de 5 a 10 minutos. 

Normalmente se realiza depositando una cucharada pequeña de planta seca en el interior de una taza, lo que equivaldría a un peso aproximado de 2-3 gr. Si se trata de hierba fresca la cantidad suele ser el doble. Una vez la hierba dentro se verterá agua que acaba de romper a hervir y se tapara para que no se evaporen las propiedades que se encuentran en sus aceites. Si tiene un sabor que no resulta agradable es mejor endulzar con miel. Se toman de 2 a tres tazas al día. 

Diferentes industrias han preparado la planta de manzanilla en sobres procesados, los cuales se introducen en agua hirviendo por 5 minutos y obtenemos el té de manzanilla, haciendo que su preparación sea más fácil.


Lavados, compresas y gargarismos: Se hace un cocimiento hirviendo de medio litro de agua con dos cucharadas de flores. Una vez tibio el cocimiento, se preparan las compresas empapando paños con el líquido. Los lavados y el gargarismo se hacen con el cocimiento directamente.

Baños e inhalaciones: Se colocan uno o dos puñados de flores en un tiesto con dos o tres litros de agua hirviendo y se aspira el vapor.

Aceite: macerar algunas flores de manzanilla bien desmenuzadas en aceite de oliva, luego se calienta a baño María revolviendo cada tanto.


  
            

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