La forma de aplicación más común de la manzanilla es una infusión.
Una infusión es una bebida obtenida de las hojas secas, partes de las flores o de los frutos de diversas hierbas aromáticas, a las cuales se les vierte o se los introduce en agua a punto de hervir y dejándola reposar de 5 a 10 minutos.
Normalmente se realiza depositando una cucharada pequeña de planta seca en el interior de una taza, lo que equivaldría a un peso aproximado de 2-3 gr. Si se trata de hierba fresca la cantidad suele ser el doble. Una vez la hierba dentro se verterá agua que acaba de romper a hervir y se tapara para que no se evaporen las propiedades que se encuentran en sus aceites. Si tiene un sabor que no resulta agradable es mejor endulzar con miel. Se toman de 2 a tres tazas al día.
Normalmente se realiza depositando una cucharada pequeña de planta seca en el interior de una taza, lo que equivaldría a un peso aproximado de 2-3 gr. Si se trata de hierba fresca la cantidad suele ser el doble. Una vez la hierba dentro se verterá agua que acaba de romper a hervir y se tapara para que no se evaporen las propiedades que se encuentran en sus aceites. Si tiene un sabor que no resulta agradable es mejor endulzar con miel. Se toman de 2 a tres tazas al día.
Diferentes industrias han preparado la planta de manzanilla en sobres procesados, los cuales se introducen en agua hirviendo por 5 minutos y obtenemos el té de manzanilla, haciendo que su preparación sea más fácil.
Lavados, compresas y gargarismos: Se hace un cocimiento hirviendo de medio litro de agua con dos cucharadas de flores. Una vez tibio el cocimiento, se preparan las compresas empapando paños con el líquido. Los lavados y el gargarismo se hacen con el cocimiento directamente.
Lavados, compresas y gargarismos: Se hace un cocimiento hirviendo de medio litro de agua con dos cucharadas de flores. Una vez tibio el cocimiento, se preparan las compresas empapando paños con el líquido. Los lavados y el gargarismo se hacen con el cocimiento directamente.
Baños e inhalaciones: Se colocan uno o dos puñados de flores en un tiesto con dos o tres litros de agua hirviendo y se aspira el vapor.
Aceite: macerar algunas flores de manzanilla bien desmenuzadas en aceite de oliva, luego se calienta a baño María revolviendo cada tanto.
mas o menos no le entiendo
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